
El objetivo de esta gran transformación es racionalizar el modelo organizativo, sustituyendo la estructura actual, asentada sobre el modelo de juzgado unipersonal, en el que se duplican las competencias y se dispersan los recursos materiales y humanos, por otro sistema más ágil y eficiente que pueda responder mejor a las demandas de la sociedad.
En cada partido judicial habrá un Tribunal de Instancia, que contará con distintas Secciones conformadas, a su vez, por plazas judiciales. A cada una de estas últimas les corresponderán las competencias atribuidas actualmente a los juzgados unipersonales.
Con la implementación de estos órganos, los jueces, juezas, magistrados y magistradas desempeñarán su función jurisdiccional desde la Sección del Tribunal de Instancia en la que estén destinados, en lugar de hacerlo desde su juzgado independiente.
