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Los motivos toxicológicos de la consulta al SIT en la población adulta, sobre todo en la tercera edad, incluyen fundamentalmente: errores en la identificación y posología de los medicamentos (dobles y triples dosis de medicamentos que toman habitualmente, confusión entre varios medicamentos) o accidentes durante la manipulación de productos habituales en el hogar (productos de limpieza).
Los medicamentos que son responsables con mayor frecuencia de toxicidad en los ancianos serían:
Toxicidad aguda: analgésicos (paracetamol, opiáceos, salicilatos), anticolinérgicos, medicamentos cardiovasculares (digoxina, antagonistas de los canales del calcio), hipnótico-sedantes y antidepresivos tricíclicos;
Toxicidad crónica: anticolinérgicos, digoxina, antiácidos y laxantes que contienen magnesio, neurolépticos, salicilatos, hipnótico-sedantes, teofilina y antidepresivos tricíclicos.
Factores de riesgo de intoxicación en la población anciana:
La posibilidad de experimentar un efecto adverso aumenta con el incremento del número de medicamentos prescritos, aumentando el riesgo de interacciones medicamentosas clínicamente importantes, p.e: digoxina, warfarina y diuréticos, frecuentemente prescritos en la población anciana. Esto se complica por el hecho de que los ancianos a menudo tienen enfermedades multisistémicas y pueden visitar a muchos médicos que prescriben medicamentos sin el conocimiento o la atención a la medicación que ya lleva el paciente.
La enfermedad concurrente puede alterar la sensibilidad del paciente a un determinado medicamento. Un paciente con una enfermedad de Alzheimer subclínica cuya función cognitiva es aparentemente normal, puede desarrollar de manera aguda un delirio o síntomas de demencia cuando se administran medicamentos que no se espera de manera general que produzcan estos efectos.
Se deben tener conocimientos médicos acerca de los principios de la prescripción geriátrica, ya que no es lo mismo prescribir por ejemplo, a un paciente con una función renal normal que a uno con una enfermedad renal.
Los medicamentos antiguos también pueden ser un problema, debido a que los sujetos más mayores a menudo tienen acceso a productos que han usado durante muchos años.
La alteración de la visión, audición y de la memoria puede conducir a una mala comprensión de las indicaciones sobre el uso de los medicamentos, aumentando el riesgo de intoxicaciones. Además de las alteraciones cognitivas, los pacientes con demencia a veces tienen trastornos de la alimentación.
La incidencia de los efectos adversos va aumenta conforme se va ganando en años y es más probable que sean graves.
Medidas de prevención:
Medicamentos
Dosificación: emplear pastilleros especiales de uso semanal, por ejemplo, donde se concrete el número de pastillas a tomar y cada cuánto tiempo durante el día (por ejemplo, desayuno, comida, cena), con el objeto de prevenir dobles o triples ingestas y confusiones.
Leer detenidamente y seguir la prescripción del medicamento. Ante cualquier duda sobre la misma consultarla al médico.
Interacciones: informar siempre al médico que prescriba su medicación, de los otros medicamentos e incluso plantas medicinales que esté tomando.
Efectos adversos: ante el consumo de un nuevo medicamento y la aparición de efectos secundarios, informe a su médico.
Contraindicaciones: informar al médico de la enfermedad/es que usted padece.
No guardar medicamentos que ya no se usen.
No dejarse aconsejar por vecinos; recordar siempre que –no hay enfermedades sino enfermos-.
En caso de padecer alguna discapacidad y necesitar la ayuda de tercera persona, ésta debe tener en cuenta los puntos citados anteriormente
En caso de sobredosis de un medicamento consultar al SIT
Si después de la ingesta de un medicamento en paciente de la tercera edad se aprecian alucinaciones, desorientación o confusión, acudir a un centro sanitario.
Leer atentamente el prospecto en cuanto a la ingesta del medicamento con alcohol, conducción de vehículos a motor o trabajos que requieren alta precisión o con maquinaria peligrosa. Tener en cuenta que muchos de estos medicamentos pueden causar una gran somnolencia
Productos de uso doméstico
No trasvasar productos de limpieza a envases que se utilizan para productos comestibles. Guardar estos productos en sus envases originales.
No mezclar productos de limpieza.
Durante la limpieza del hogar, abrir las ventanas.
Leer detenidamente las instrucciones que vienen en las etiquetas de los productos del hogar.
Cuando se vaya a la cocina a tomar algún alimento o bebida, encender las luces y leer bien las etiquetas del envase, para evitar confusiones.
Colocar los productos destinados a la limpieza del hogar en un lugar seguro, siempre el mismo y lejos del lugar donde se come o de los productos comestibles.
No inhalar directamente de los envases que pudieran contener productos de limpieza para comprobar su composición.
No abrir los envases con la boca
Si se inhala alguno de estos productos, además de abrir las ventanas, respirar aire fresco y consultar con el SIT o acudir a un centro sanitario
Si se ingiere alguno de estos productos, consultar al SIT o acudir a un centro sanitario